La aldea de los Konso elegida se
llamaba Mechelo. Estaba a pocos kilómetros de la ciudad de Konso, hacia las
montañas, alejándose de la carretera principal. Era un pueblo amurallado (lo
que denominaban paleta), una
peculiaridad de los pueblos y aldeas de esta etnia. Con ello, y una estratégica
elección de los mismos, en lo alto de montañas o colinas, evitaban los ataques
de los animales salvajes y de otras tribus. Los círculos de murallas podían
llegar a seis. En Mechelo eran tres. Seguían construyendo en la misma forma que
hace décadas manteniendo una tradición arraigada.
Aproximadamente la mitad de los
Konso siguen siendo animistas que conservan sus tradiciones y creencias. Los
ortodoxos han quedado reducidos a una cantidad marginal, aproximadamente el 1
por ciento. Han sido desplazados por los evangelistas que casi se igualan a los
animistas. Los misioneros americanos han realizado una labor eficaz y han
atraído a su credo a estas gentes, a las que cubren parte de sus necesidades
esenciales, como sanidad o educación. La población total de los Konso es de
unos 300.000 individuos. En la zona se agrupaban unas cuarenta aldeas de una
configuración similar a la que visitamos.
Las especiales características
de esta trabajadora etnia, el denominado paisaje cultural de los Konso, habían
merecido la atención de la Unesco, que la había premiado con la calificación de
Patrimonio de la Humanidad:
Constituye
un ejemplo espectacular de una tradición cultural viva desde hace 21
generaciones (más de 400 años) adaptada a un ambiente seco y hostil. El paisaje
demuestra los valores comunes, la cohesión social y los conocimientos en
ingeniería de sus comunidades. También contiene estatuas antropológicas de
madera, agrupadas para representar a miembros respetables de las comunidades y
simbolizar acontecimientos particularmente heroicos, que son testimonios vivos
excepcionales de tradiciones funerarias que están desapareciendo. Algunas
estelas en los pueblos expresan un complejo sistema para simbolizar las
defunciones de generaciones de líderes.
Era evidente el interés por
confirmar estos aspectos durante nuestra visita. Los pueblos protegidos por la
Unesco eran Gamole, Godra, Mechelo, Mecheke (o Machekie), Fasha (o Burjo),
Gaho, Busso, Dokatu Oeste y Sur, Dera Oeste y Olanta Paletas. También sus
bosques sagrados y sus campos.
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