Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Imágenes y palabras de Etiopía 122. Camino de Turmi: el lago Chamo.


 

Quedaban bastantes kilómetros hasta Turmi, donde visitaríamos el mercado y dormiríamos dos noches. Fueron varias horas de travesía por una carretera no siempre asfaltada y cómoda. Busqué distracciones.

Las aldeas que cruzamos gozaban de cierta prosperidad. No apreciamos miseria ni suciedad. Los campos estaban verdes y el amarillo lo ponían los restos de las cañas del maíz recolectado. Los árboles quedaban aislados, sus troncos delgados y sus copas como paraguas abiertos. Nos cruzamos con motos y bicicletas, algo que no habíamos observado con anterioridad. No faltaba el agua, lo que permitía cultivar plataneras, sorgo, maíz y algún otro cereal. La agricultura se combinaba con la ganadería, rebaños de cabras, ovejas y vacas que se colaban en la carretera, por lo que había que llevar cuidado para evitar un accidente. Los campos quedaban salpicados con chozas y cabañas. Las montañas siempre quedaban en la retaguardia del paisaje. Continuábamos a más de mil metros de altitud.



Durante un largo trecho el lago aparecía con regularidad, de forma intermitente, para que se rompiera la monotonía y el viajero tuviera que estar atento. Un hermoso regalo de la naturaleza.

Consulté los datos del lago Chamo en Wikipedia para averiguar algo más sobre el origen de sus aguas y el destino de las mismas. Me llamó la atención que su cuenca hidrográfica era endorreica, lo que me obligó a consultar el diccionario. Por otra parte, los datos de sus dimensiones, extensión y cuenca variaban según las fuentes a las que acudiera. Podía medir 32 kilómetros de largo y 13 kilómetros de ancho en sus puntos máximos y una superficie de 317 km². Su cuenca se extendería 18.757 km². En otro lugar informaban de 26 kilómetros de largo por 22 kilómetros de ancho con una extensión máxima de 555 km² mientras que su cuenca quedaba reducida a 2.220 km². Todo un misterio que habría que estudiar.



Sus afluentes eran los ríos Kulfo y Ualo, que realmente era un desbordamiento del lago Abaya. No tenía efluentes, aunque en época de crecidas drenaba por el río Sagan.

0 comments:

Publicar un comentario