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Imágenes y palabras de Etiopía 116. El valle del Rift II.


 

También sobrevolábamos el macizo etíope. Por ello, varios de los lagos estaban situados a más de 1500 metros sobre el nivel del mar. El primero, el Ziway o Dembal, estaba a 1846 metros sobre el nivel del mar. En éste y otros lagos desembocaban o nacían varios ríos. En la isla de Tullo Guddo estuvo preservada el Arca de la Alianza durante 70 años, en el siglo X, cuando se produjo la invasión devastadora de la reina Judit. Después, regresó a Axum.

Los lagos eran un paraíso ornitológico con especies como el pelícano garceta negro, el marabrú, el ibis, las garzas o las cigüeñas, según la guía. O francolines, pelícanos blancos, flamencos, águilas pescadoras, cormoranes, aves martillo, patos cercetas, gansos egipcios, chorlitos o martines pescadores en la nómina de habitantes de los lagos Abiyata y Shala, al oeste del lago Langano, que a su vez se encontraba a 30 kilómetros al sur del Ziway. El Abiyata y el Shala estaban separados por el monte Fike. Los lagos servían de refugio a las aves que emigraban desde Europa.

También abundaban los mamíferos en sus orillas o en sus entornos, como babuinos doguera, facóceros, puercoespines o gacelas de Grant. Entre los peces, destacaba la tilapia, el pez gato y las percas del Nilo, especies que también se encontraban en el lago Tana o en el lago Victoria, separados por una gran distancia. Las percas habían sido introducidas por los europeos.



El Rift también daba cobijo a lagos salados, unos secos y otros aún vivos y cargados de agua.

Al suroeste del Shala localicé en el mapa el pequeño lago Chitu y en sus inmediaciones la capital no oficial de los rastafaris, Shashemene. Mucho más alejado de nuestra ruta, el Parque Nacional de las Montañas de Bale.

En una de las ocasiones en que pude contemplar la tierra me sorprendió que sobrevolábamos una zona de terreno aluvial, muy erosionada, surcada por ríos y torrenteras, o eso me pareció. Desde luego, el verdor estaba ausente. El paisaje cambiaba y lo hacía a ambientes más secos. En el norte habíamos abandonado la época de lluvias y en el sur reinaba la estación seca hasta octubre.

Antes de llegar a Arba Minch se encontraba el lago Awassa (también había una ciudad con ese nombre), el más pequeño de los lagos del Rift. Nos esperaban los lagos Abaya y Chamo, al norte y al sur respectivamente, que sobrevolamos antes de aterrizar en hora.

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