Otra iglesia interesante era
Bete Giorgis, San Jorge, construida por Menelik en el año 1896 en conmemoración
de la victoria de Adua sobre los italianos. Estaba cerca de Piazza (nombre
asignado por los italianos y que permaneció tras su salida del país) o Arada,
el centro de la ciudad. En la plaza contigua estaba la estatua ecuestre del
emperador, que daba nombre a la plaza. El interior reflejaba en sus murales,
pintados por el prestigioso artista etíope Afewerke Tekle, detalles de aquella
gran victoria sobre los invasores coloniales. No eran los originales ya que
durante la dominación italiana la iglesia ardió y fue restaurada en 1942. En
ella fueron coronados la emperatriz Zewditu, en 1917, y Haile Selassie, en
1930, quien siguió acudiendo a la iglesia en el aniversario de tal coronación.
Menelik trató de atraerse a las
diversas potencias extranjeras, entre ellas Gran Bretaña, Francia o Italia. Con
ésta firmó el tratado de perpetua paz y amistad de Uchale en 1889. El tratado
se firmó en italiano y en amariña. El problema surgió con el artículo 17, que
difería en una palabra trascendental. “Mientras la versión amhárica -escribió
González Núñez- decía que Etiopía “podía” usar los servicios del gobierno
italiano para comunicarse con otros gobiernos europeos, el texto italiano
afirmaba que Etiopía “debía” usar esos servicios”. Ello implicaba que Etiopía
se convertía en un protectorado, presentándose así ante los otros países
europeos. Al detectar el engaño, denunciaron el tratado, lo que abrió la puerta
al conflicto. Italia ya había ocupado Eritrea y se proponía seguir hacia el
sur. En Adua se enfrentaron los ejércitos el 1 de marzo de 1896. Los italianos
fueron barridos. Reconocieron la soberanía etíope pero retuvieron Eritrea. En
1936 consiguieron ocupar el país y se mantuvieron en él hasta 1941. Mientras se
negociaba la liberación de los soldados capturados, éstos contribuyeron en la
construcción.
La iglesia, probablemente la más
grande que visitamos en la capital, era octogonal y de estilo neoclásico. El
lugar estaba especialmente concurrido ya que llegamos unos minutos antes de que
concluyera una de las ceremonias que se celebraban con motivo de la época de
ayuno. En el patio que rodeaba la iglesia rezaban los feligreses. El interior
estaba abarrotado. Nos descalzamos y entramos con la sensación de que íbamos a
durar muy poco, hasta que nos invitaran a abandonarlo por interrumpir el
desarrollo de la ceremonia. Lejos de ello, nos dejaron meternos por todas
partes y no hubo ningún inconveniente para realizar fotografías y algún pequeño
vídeo.
La ceremonia fue una experiencia
impresionante.
No pudimos visitar otra de las
cinco catedrales ortodoxas (las otras eran san Jorge, san Manuel, san Rafael y
la del Salvador en Bole), la de la Santísima Trinidad, frente al Parlamento.
Nos conformamos con su visión desde fuera. Se construyó con motivo de la
liberación de los italianos en 1941. Por ello, se convirtió en lugar de
enterramiento de los patriotas que lucharon contra los fascistas. También de
los soldados británicos que ayudaron en la liberación, o los primeros
represaliados por el DERG. Pero el más ilustre de los enterrados era, sin duda,
Haile Selassie, al que acompañaba su esposa Menen. Cuando fue asesinado por el
DERG fue enterrado secretamente y de forma ignominiosa bajo el excusado del
dictador.
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