Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Milán, Pavia y los lagos 9. Ludovico el Moro.

 


Castello Sforzesco.

Ludovico el Moro es uno de esos personajes que ejemplifican al gobernante renacentista italiano, promotor de las artes y las letras, dedicado con entusiasmo a las armas, intrigante, dispuesto a aliarse con cualquiera que sume para sus propósitos y a traicionarle por su enemigo si es conveniente para sus fines. Estará dispuesto a eliminar a cualquiera que se interponga en su camino como un obstáculo a sus objetivos, ya fuera de la familia o ajeno a ella.

Nació en Vigevano, ciudad que visitamos días después, en 1452. No estaba destinado al trono del Ducado, para el que fue nombrado su hermano mayor Galeazzo María. Sin embargo, su madre se preocupó de que recibiera una excelente educación en las artes y las armas que resultó enormemente útil con el tiempo. Cuando su hermano fue asesinado en 1476 -las intrigas eran continuas en aquellos tiempos- fue nombrado duque su hijo Gian Galeazzo, de siete años. Él será nombrado regente y ejercerá de facto el poder, apoyado en su cuñada o en contra de ella. Las mismas alianzas matrimoniales que fortalecieron al Ducado fueron también fuente de sus conflictos. Así, intentó atraerse tanto al rey de Francia, Carlos VIII, como al emperador Maximiliano I para sus fines pero al final se vio envuelto en las dos primeras guerras italianas que acabarían con sus huesos en la prisión del castillo de Loches, donde murió tras años de cautiverio.

Ludovico era tan buen estratega como derrochador y formó una corte de artistas de primera fila, como Leonardo o Bramante. Gracias a ello Milán se embelleció. Los que debieron sufrirlo fueron los ciudadanos y súbditos a los que les subieron los impuestos.

0 comments:

Publicar un comentario