Me resultó curiosa la
reivindicación del periodo monárquico. Sin duda, se pretendía una comparativa
con el periodo comunista posterior. Evidenciaba el contraste entre una etapa de
progreso y otra de estancamiento que provocó que Bulgaria fuera considerado en
el extranjero un país pobre y sin interés alguno.
La monarquía se extinguió con Simeón
II. Reinó durante un breve periodo de tiempo de su minoría de edad, entre 1943
y 1946. El 9 de septiembre de 1944 un golpe de estado usurpó el poder, que pasó
a manos del Frente de la Madre Patria de Kimon Georgiev. En 1946, celebraron un
referéndum dando el triunfo a la opción de la República Popular. Se abría el
largo periodo de férreo régimen comunista.
Simeón II regresó al país
después de la caída del régimen comunista. Había vivido durante décadas en
Madrid y estaba casado con una española. Formó un partido, ganó las elecciones
y fue primer ministro durante cuatro años. Fueron buenos años para el país,
pero la oposición no permitió que desarrollara su programa. Tras caer derrotado
en las siguientes elecciones decidió regresar a España.
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