Jammeh nació en 1965, un par de
meses después de que Gambia se independizara del Reino Unido. Se unió al
Ejército Nacional de Gambia en 1984. Recibió entrenamiento militar en Senegal y
formación para la policía militar en Fort McClellan, en Alabama, Estados
Unidos. Cuando perpetró el golpe militar ostentaba el rango de teniente.
Contaba 29 años. Fue nombrado presidente del Consejo del Gobierno Provisional
de las Fuerzas Armadas. Desde 1996 fue el presidente del país.
Al hacer una búsqueda en
internet encontré una declaración pública de Amnistía Internacional de 24 de
septiembre de 2009 frente a unas amenazantes declaraciones del dictador de 21
de septiembre emitidas en la televisión nacional. Era un claro ejemplo de la
actitud de Jammeh. Afirmaba que mataría a todo el que quisiera desestabilizar el
país. Amenazó específicamente a los defensores de los derechos humanos y a
quienes trabajaban con ellos. No garantizaba su seguridad personal. Amnistía
Internacional exigía que se retractara de esas furibundas declaraciones.
En su declaración pública,
Amnistía Internacional destacaba que en su informe Gambia: Fear Rules
(AFR 27/003/2008) “ilustra cómo la Agencia Nacional de Inteligencia, el ejército
y la policía de Gambia cometen de manera habitual violaciones de derechos humanos
contra partidarios o presuntos partidarios de la oposición al gobierno”. Las
detenciones ilegales, torturas, juicios injustos, desapariciones forzadas y
ejecuciones extrajudiciales eran habituales. También la represión de los medios
de comunicación.
En diciembre de 2016 perdió las
elecciones de forma sorpresiva. Los dictadores son siempre expertos en los
pucherazos y las artimañas para obtener los mejores resultados que prolongan en
el tiempo su ficticia legitimidad. La oposición se presentó unida a los
comicios bajo la dirección de Adama Barrow. Aunque inicialmente aceptó los
resultados, posteriormente quiso impugnarlos por presuntas irregularidades. Los
representantes de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental
trataron de convencerle para que dejara el poder. Ante su negativa, la
intervención militar de este organismo lo arrojó al exilio en Guinea Ecuatorial
bajo la protección de Teodoro Obiang.
0 comments:
Publicar un comentario