Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

En Gambia no pasa nada 96. El advenimiento de Yahyá Jammeh.

 


Desdichada la tierra que necesita un héroe, escribió Bertold Brecht en su obra Vida de Galileo. Y no le faltaba razón porque cada vez que algún iluminado convence al pueblo de que la Providencia le ha enviado, para suerte de esas pobres gentes, para solucionar todos sus males, por el simple influjo de su presencia en el poder, el resultado acaba siendo desastroso.

Porque el héroe, al que mantendremos el calificativo por imposición de la cita, empieza exaltando el fervor popular que en ese instante se arrastra por las catacumbas. Él va a provocar que las desdichas terminen y que se recupere el honor, la pasión patriótica, los alimentos para todos, el trabajo justo y bien pagado para toda la población. Un auténtico Mesías.

Sin embargo, algo falla. Se puede imputar a quienes siempre ostentaron el poder antes del advenimiento del héroe y que se niegan a desaparecer de la escena política. Lo mejor es buscar un enemigo exterior, muy práctico y eficaz, al que se desvía la atención para que no se concentre la ira en los grandes males reales. Que se olviden, aunque no se solucionen. Para cuando la situación es insostenible se ha apoderado de todos los resortes del poder y la propaganda y con ello se puede soterrar toda la tragedia.

Sí, desafortunada la tierra que necesita un héroe porque es probable que acabe rematándolo todo a peor. Aunque su imagen siga siendo la del héroe.

El 22 de julio de 1994 el oficial del Ejército Yahyá Jammeh derrocó en un golpe de estado al presidente Dawda Jawara, que había accedido al poder de forma democrática a través de las urnas, aunque se había convertido en uno más de los dirigentes autoritarios africanos que se perpetuaban en el poder hasta que la corrupción, el desánimo y alguna potencia extranjera invitaron al tirano a abandonar la poltrona. Pero, como se dice popularmente, a veces sales de malo para entrar en malagón.

0 comments:

Publicar un comentario