En Gambia no pasa nada 48. Curiosidades del Kankurang y otros ritos de máscaras.

 

Estos ritos y ceremonias beben de las costumbres y el entorno de las tribus, de su carácter ganadero o agrícola, de la naturaleza de la sabana o del bosque, de los animales cercanos. Todo ello aporta los materiales para máscaras y vestimentas, para las imágenes que se trasladan a las mismas. También están presentes la brujería y lo sobrenatural. En el fondo, subyace un deseo de protección. Estas gentes se sienten desprotegidas ante las fuerzas de la naturaleza, los ataques de los animales o las enfermedades que tratan de erradicar mediante ritos propiciatorios.

Varias de estas tradiciones proceden de Ghana y Sierra Leona y son relativamente recientes, como Fairy Masquarade, la mascarada de las hadas, de carácter festivo, vinculado con ritos cristianos y celebrado durante Navidad o Semana Santa.

Muchas se asocian con los hombres, aunque abundan también las femeninas.  Kurukupaa fue originariamente de mujeres musulmanas mayores. Evolucionó y lo adoptaron las muchachas mandinkas. Bundu Devil se asociaba con la circuncisión femenina. Fue introducida por emigrantes de Sierra Leona en la década de 1950. En muchos casos las máscaras y las vestimentas reflejan el ideal de belleza de un colectivo. La iniciación y la fertilidad están en muchos de ellos. Solingdingoo recibe su nombre de la cría del leopardo. Potto, del barro o la arcilla con que se fabrica la máscara. Maamoo, se refiere a la máscara de los ancestros.

La dirección de esos rituales no está al alcance de cualquiera. En el caso del Kankurang solo puede ser seleccionado entre determinadas familias. Sallo nos informa que no podría serlo al ser de familia de pescadores.

La máscara implica anonimato, secreto. Me divierte cuando cuentan que el Kankurang tiene que inventarse excusas ante su mujer o su familia para desaparecer y cumplir sus funciones. Está prohibido que cuenten su condición a las mujeres porque no pueden guardar un secreto (hay miradas de todo género entre mis compañeras).

Comentan una historia tremenda. Una mujer descubrió a su marido y lo hizo público. Él le dio tal paliza que murió. Las autoridades coloniales intervinieron y le condenaron a muerte. Cuando fueron a ejecutarlo, cuentan que utilizó sus poderes sobrenaturales y desapareció ante la incrédula mirada de los asistentes.