En Gambia no pasa nada 5. Gestión de cambio y un mercado de artesanías.

 

En la zona de nuestro hotel florecen las oficinas de cambio. Miriam pregunta en una de su confianza y nos ofrecen un buen cambio: 70,50 dalasis por euro. Compro una botella pequeña de agua por 20 dalasis. Los precios del país son ridículos. Guardo el fajo de billetes de 200 dalasis, el billete de mayor importe, unos 3 euros. Hay también billetes de 100, 50, 20, 10 y 5 dalasis. Le pregunto a Miriam y me informa que hay monedas de 2 y de 1 dalasi, aunque es complicado verlas por su escaso uso. Le pido que si encuentra alguna la guarde para mí, que las colecciono.

Miriam nos cita 20 minutos después y aprovecho para asomarme a la playa. Antes de llegar hay un pequeño mercado de artesanías que a esa hora de la mañana está ausente de clientes. Algunos vendedores dejan pasar el tiempo sentados. Dejar pasar el tiempo es una gran afición en Gambia y, en general, en África.

Me gusta el aspecto de una tienda y cuando voy a fotografiarla sale un vendedor muy indignado y me dice que hay que pedir permiso. Le digo que quería fotografiar el comercio y su mercancía y no a él, que ha aparecido sorpresivamente. Sigue hablando, dejo de hacerle caso y continúo hacia la orilla con indiferencia. Probablemente quería que en desagravio entrara en su tienda.