Comentamos todo esto María
Antonia y yo y ella se pregunta cómo no son conscientes del daño que causa su
error. Quizá consideran que el ciclo de las piezas dentales es corto y que la
dentadura dura lo que dura, sin más argumentos. Se acepta ese ciclo corto de
pervivencia.
El sistema sanitario gambiano es
absolutamente ineficaz. De un gasto público de 438,2 millones de euros en 2022,
el gasto en sanidad fue tan solo de 10 millones de euros. El gasto educativo
ascendió a 43,8 millones de euros. El de defensa, por comparar, es de 15
millones de euros, el 2,96 por ciento del total. Las cifras son como de caja de
cerillas, como de una escuela de negocios o un pequeño hospital. El gasto
público per cápita es de 166 euros, 17 euros para educación y 5 euros para
salud. El libro que llevo en mi mochila vale ese gasto educativo y cualquiera
de las medicinas que he transportado en mi botiquín cubre esas cantidades. Por
eso dependen de la solidaridad internacional, de los proyectos de las ONGs que
tratan de cubrir esas carencias.
Uno de los problemas recurrentes
es la falta de personal cualificado. A la falta de estudios específicos se une el
intrusismo profesional. Es muy habitual que alguien a quien han formado para
auxiliar de estomatología, pero que carece de la formación específica y de la
titulación o certificación acreditativa, pida que le expidan algún papel que
diga que han trabajado en esa materia. El siguiente paso es abrir su propia “clínica”
que en muchos casos es un sillón en su casa o en el patio. Puedes imaginar los
destrozos en la boca. Se nos cae el alma a los pies.
Nos muestran con orgullo las
instalaciones, modernas, con todos los adelantos técnicos, todo limpio y
ordenado.
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