El primer punto significativo es
el castillo de Chirel, imposible de conquistar al asalto. Era una de las piezas
de la defensa de Valencia. Sobrevive poco de él. Si quieres visitarlo puedes
hacerlo desde el embarcadero. Una senda de 6 kilómetros con un buen desnivel te
lleva hasta lo que queda del mismo. Me arrepentiré de no haberlo intentado,
pero hubiera echado toda la mañana y el sol me hubiera pasado factura. Otra
senda permite hacer un tramo en coche y luego completar los últimos 1800 metros
caminando. El premio son unas inmejorables vistas sobre las hoces del río. En
el pasado fue una pieza esencial para controlar el paso del Júcar.
El siguiente es la bahía del Ral
con varias pequeñas playas. Es un entrante sin salida. Después, una antigua
cementera abandonada.
El salto de bombeo Corte-La
Muela, de Iberdrola, es espectacular. Es la mayor hidroeléctrica de bombeo de
Europa. El depósito superior ocupa una superficie de un millón de kilómetros
cuadrados. El agua se bombea y salva un desnivel de 500 metros. Es una obra de
ingeniería fabulosa que merecería una visita.
El Júcar se escalona hasta su
desembocadura, lo que permite presas y aprovechamientos hidroeléctricos. Esta cuenca
es la responsable de proveer de agua (y electricidad) a la ciudad de Valencia y
su entorno.
0 comments:
Publicar un comentario