Fue la compañía belga “Mines et
Chemins de Fer Bacares-Almería et Extensions” la que construyó el poblado a
finales del XIX. Otra de las compañías que explotó los ricos yacimientos de
hierro fue la británica “The Bacares Iron Ore Mines Limited”. La holandesa “W.
H. Müller y cía” se fusionó en 1925 con la belga y formaron la “Sociedad Minera
Cabraga San Miguel”.
En 1860, al inicio de aquella
aventura, la explotación era aún con pico y pala, mulas para transportar el
mineral y unas condiciones duras. En 1918 y 1919 hubo dos huelgas que
obtuvieron la jornada de 8 horas, pero que terminaron con el Sindicato Minero,
las listas negras y la expulsión de los mineros que más se habían significado. Después
se impuso la maquinaria, los vagones diésel y los avances técnicos que mejoraron
la vida del minero. Hubo que esperar a las décadas de 1940 y 1950 para que introdujeran
el agua corriente fría y caliente, el suministro de luz eléctrica o la entrega
de leña, comodidades de las que no gozaban los vecinos de los pueblos cercanos.
Las compañías mineras
extranjeras se preocuparon de que el poblado fuera un lugar con cierta
prosperidad y bienestar. Abrieron una escuela donde podían estudiar los niños,
construyeron un cine-teatro donde proyectaban películas o se interpretaban
obras de teatro, había baile los sábados, jugaban al fútbol, se celebraba por
todo lo alto la festividad de Santa Bárbara, construyeron una plaza de toros,
un casino para los gerifaltes y un casinillo para los obreros, disfrutaban de
biblioteca, hospital y un economato que impedía que los proveedores se
aprovecharan y elevaran los precios. Buscaron, en la medida de sus posibilidades,
la felicidad de los trabajadores.
El director, que de hecho era la
máxima autoridad incluso por encima del alcalde pedáneo, y los otros directivos
de la empresa, muchos de ellos extranjeros procedentes de Inglaterra, Holanda,
Bélgica o Francia, gozaban de mayores comodidades. Sus edificios eran como
grandes chalés británicos que paliaban el aislamiento y las inclemencias del
tiempo. Estaba a unos 1500 metros sobre el nivel del mar. Supongo que era un
destino hacia un posterior gran salto en la empresa. Vivían como en otro mundo
respecto de los mineros.
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