Abandonamos el ámbito del
aeropuerto, bastante denso, y regresamos a la carretera. En la falda de una
montaña aparecía el castillo de Preza, uno de los que formaban parte del
sistema defensivo en torno a Tirana. En esa cadena de fortificaciones varias de
ellas eran simples ruinas. Preza era del siglo XIV y principios del XV, cuando
los otomanos ya se habían apropiado de una parte importante de la región, que
sería reconquistada por Skanderbeg en el primer tercio del siglo XV. Era de la
familia Topisa. Leí en la guía que en la actualidad era un romántico bar y
restaurante con hermosas puestas de sol. Petrela estuvo gobernado por la
hermana de Skanderbeg, Mamica Kastroti, y fue testigo de una batalla entre las
tropas del héroe y los otomanos.
En la parte nueva de Kruja había
otro atasco bastante sensible que nos retrasó aún más. Lo habitual era tardar
unos 45 minutos desde la capital y nosotros tardaríamos 2 horas, lo que limitó
nuestra visita de la ciudad. Pasamos el río canalizado y un mercadillo
instalado en el parking de la ciudad.
Dorian nos informó de que a 3 kilómetros
estaban las ruinas de Albanópolis. Cuando al regreso consulté Wikipedia
tuve la duda de si mis notas eran correctas, ya que Albanópolis estaría situada
en Macedonia, aunque también había quien la situaba cerca de Kruja. Correspondería
con la Arbanon o Albanon de la Edad Media. Ptolomeo fue el único autor que la
mencionó en el tercer libro de su Geografía como la ciudad de una de las
tribus, los Albanoi. En cualquier caso, un lugar a descubrir.
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