Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Albania, el país de las águilas 90. Las guerras de los Balcanes y las posteriores disputas.


 

Dorian aprovechó para hablarnos de los acontecimientos históricos de los Balcanes desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando el imperio Otomano se desangraba y tenía que hacer frente a otros poderes emergentes. Nos habló de la desintegración de Turquía, de las Guerras Balcánicas, de los conflictos provocados por las aspiraciones históricas de cada uno de los países que se habían independizado, de las minorías que dejaban en cada territorio los continuos cambios de dueño de aquellas tierras. El mosaico de etnias, religiones, aspiraciones y otros factores era el perfecto combustible para continuas explosiones de nacionalismo que impregnaban de sangre esas tierras.

La guerra ruso-turca de 1877-78 terminó con una severa derrota para Turquía y el tratado de San Stefano. Supuso la independencia de Bulgaria, Serbia, Montenegro y Rumanía. Macedonia del Norte quedó en poder de Bulgaria que veía cumplidos sus sueños de resucitar aquella Gran Bulgaria de la Edad Media. Sin embargo, poco después, con el Congreso y el tratado de Berlín de julio de 1878 se recomponían los límites territoriales ya que Gran Bretaña y el Imperio Austrohúngaro temían que Bulgaria se convirtiera en un gran poder al servicio de Rusia. Bulgaria quedó reducida a un principado semindependiente sin Macedonia, que regresaba al poder otomano, y sin salida al mar Egeo. Este sería el germen de sucesivos conflictos.

Macedonia fue uno de esos territorios deseados por los países limítrofes: Grecia, Serbia y Bulgaria trataron de atraerlos. Rusia y Austria-Hungría buscaban aliados en la zona para sus planes de dominio. Nos trasladamos a 1912. La Liga de los Balcanes formada por Serbia, Montenegro, Grecia y Bulgaria combate contra Turquía en la primera guerra de los Balcanes, a la que derrotan. Pero las desavenencias de los antiguos socios darán lugar a la segunda.

En la segunda contienda, entre junio y julio de 1913, Bulgaria se enfrentó a Grecia, Serbia, Montenegro y Rumanía. Bulgaria perdió casi toda Macedonia, que quedó en favor de Serbia y Grecia. Sus pérdidas humanas fueron cuantiosas: sesenta y seis mil muertos y ciento diez mil heridos sobre una población de algo más de tres millones de habitantes. Un 18 por ciento de los soldados movilizados perdieron la vida en las dos contiendas.

La frustración de Bulgaria la llevó a elegir mal sus aliados en las dos guerras mundiales. En la primera, se alineó con Alemania y el imperio Austrohúngaro. En la segunda, con la Alemania de Hitler. En ambas aspiraba a recuperar Macedonia, como así fue, aunque por poco tiempo. Mientras, en 1918, se fundaba Yugoslavia, en la que se integraba Macedonia.

Tito, el máximo dirigente de Yugoslavia tras la Segunda Guerra Mundial, que mantuvo al país unido y en un equilibrio inestable, animó la creación de la nacionalidad macedonia, lo que aumentó las tensiones con Grecia y Bulgaria, que serán sus máximos enemigos. Al desmembrarse Yugoslavia a la muerte de Tito, Macedonia del Norte nació como nación independiente.

Bulgaria acusará a Macedonia por la apropiación de héroes y gestas de la historia de Bulgaria. Esa tensión llegó a su máximo apogeo en 2012 por las provocaciones de Macedonia. Se la acusará de discriminar a los ciudadanos con conciencia nacional búlgara. Las aguas parecían volver a su cauce con la firma de un acuerdo de Buena Voluntad en agosto de 2017.

Curiosamente, el deterioro de la relación entre Macedonia del Norte y Grecia y Bulgaria ha supuesto una mejora de las relaciones entre estos dos países.

Lo cierto es que los países balcánicos necesitan entenderse y cooperar para no caer en manos de sus vecinos más poderosos, Rusia y Turquía. Y la vía es su integración en la Unión Europea. Macedonia del Norte aún tendrá que esperar para formar parte de ese selecto grupo.

0 comments:

Publicar un comentario