Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Albania, el país de las águilas 81. Santa María de Leuse.


 

La iglesia estaba emplazada junto a una aldea de unas cuarenta casas. Me llamó la atención que una joya tan espectacular estuviera tan “alejada del mundo”. Sin duda, el lugar gozaba de algún elemento singular, alguna sacralidad o componente mágico, propio de los sitios en alto y ajenos al común de los mortales. Porque la iglesia fue construida en el siglo XVIII sobre otra construcción de época del emperador Justiniano, en el siglo VI. Reaprovechar la divinidad del lugar es un clásico de las construcciones religiosas.

La otra explicación era la aldea. Era una buena cantera de comerciantes que financiaron los trabajos tanto arquitectónicos como de los impresionantes frescos. Una hermosa acción de gracias por haberles dado prosperidad.



Atravesamos el cementerio y antes de llegar a la galería porticada de acceso al templo nos encontramos con una pareja mayor. El señor estuvo a punto de estropearnos la visita. Muy tajante afirmó que todo estaba hecho polvo. En ese momento se nos cayeron los palos del sombrajo. Después de una hora de caminata en ascenso el premio era tan escaso. Sin embargo, al contemplar los frescos de la galería, muy dañados en la parte baja, supimos que estábamos en un lugar muy especial. La parte alta mostraba unas pinturas exquisitas. Era difícil identificar las escenas y sus significados y no distraerse con los graffitis de los gamberros, pero aún brillaba algo impactante. Las escenas me dejaron con la vista pegada a ellas. Sobre el dintel de la entrada estaba representada la dormición de la Virgen. La escena se repetía en el muro occidental que separaba las zonas de los hombres y las mujeres, siguiendo los programas iconográficos habituales.



0 comments:

Publicar un comentario