Después de una breve parada en
Përmet para comprar agua e ir a los servicios, salimos de la población y a las
afueras nos dejó el autocar para tomar una senda que trepaba por la montaña
hasta la iglesia de Santa María de Leuse. En la guía no había referencia alguna.
El camino estaba en obras y las recientes lluvias lo habían embarrado, aunque
no estaba impracticable. Por el centro bajaba un sufrido regato.
No habíamos caminado más que
unos pocos cientos de metros cuando Begoña recibió una inesperada llamada. La
informaban de que habían ingresado a su hermano en la UVI. Necesitaba regresar
urgentemente a España. Dorian tomó los mandos, llamó a la agencia y ésta
gestionó con una eficacia inigualable un billete de avión para esa misma tarde-noche.
Julián, el conductor, la acercaría para que un transporte la condujera a Tirana.
Su amiga Pilar se quedó compungida y descolocada. Me propuse arroparla para que
no se sintiera sola. El resto del grupo pensaría lo mismo.
Esas gestiones se ventilaron
rápido. Aproveché para empaparme del paisaje del valle: el campo, la línea
horizontal de la carretera, las casas bajas sin ningún interés, la montaña al
otro lado, los bosquecillos compactos, alguna construcción que resaltaba con su
fachada blanca. El cielo ceniciento, como si quisiera solidarizarse con la Semana
Santa.
La cuesta parecía una
penitencia, insignificante para un gran pecador como soy, aunque católico de
buena voluntad. Era un simbólico vía crucis sin estaciones. Instintivamente
empecé a rezar un padrenuestro que me ayudó a concentrarme y a pedir por la
pronta sanación del hermano de Begoña. Todo puntúa en esta vida. Acoplé la
respiración diafragmática, reajusté el ritmo de mis piernas y noté cómo el
esfuerzo se traducía en un brote de sudor. El paisaje compensaba todo.
Con nosotros subía el párroco,
que quedó un poco rezagado, algo más cuando se quedó pegando la pava con los
obreros. La que era incombustible era una señora mayor con la bolsa de la
compra. Coronó sin alterarse lo más mínimo. Lo que hace la costumbre y el
entrenamiento cotidiano.
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