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Albania, el país de las águilas 106. Regreso a Albania.

 


Subimos al autocar rumbo a la frontera, que pasamos sin incidentes, aunque nos retrasó algo más de media hora por el excesivo celo del aduanero del lado macedonio. Dorian nos comentó que aún era bastante habitual que los funcionarios pidieran mordidas de 5 euros. Los trámites para entrar en la Unión Europea habían implicado mayores controles. También más dificultades para esos “sobresueldos” ilegales tan arraigados que era complicado extirpar.

Continuábamos en compañía del lago Ohrid a nuestra izquierda. Lo contemplábamos desde lo alto, como a un buen amigo que quería prolongar la visita y se acercaba a despedirnos.

Quizá la venganza por abandonar el país fue no tomar notas y no escarbar en mi memoria y mi corazón en busca de los sentimientos que aquel momento generaban.



El signo más claro de que regresábamos a Albania fue la presencia de doce bunkers que acompañaron al verdor de la colina y que ese solazaban al sol como un vestigio del pasado.

Bajamos en zigzag, “a lo siete revueltas”, hacia el valle para acogernos al cariño del río. Dorian aprovechó para contarnos un incidente ocurrido hace décadas con la Yugoslavia de Tito por las aguas del lago y su utilización para generar energía hidroeléctrica. Se pasaron por el forro las reglas internacionales que obligaban a un uso racional de los de aguas arriba para que los de aguas abajo pudieran también beneficiarse.

Ya solo nos quedaba la ilusión de haber disfrutado de aquel lugar. La ilusión se va desvaneciendo al ritmo que marca el olvido, pero ahí está la memoria para revitalizarla, para insuflarle con cariño energía. Lo vivido no muere, aunque se pierda en los tejidos del cerebro y quiera apartarse en una inesperada fuga. Cada vez que la recuerdas regresa esa electrizante sensación de lo vivido y con un poco de creatividad la puedes matizar, impulsar, multiplicar y depurar, que es mejor que se conserve pura de aderezos indeseados y negativos. ¡Un esfuerzo, por favor! Que no sean cenizas si no ilusión perpetua.

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