Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Albania, el país de las águilas 21. Blloku y los divis.


 

Mi hotel estaba precisamente en Blloku, la zona de ocio y diversión que habían comentado mis compañeras de viaje, las Kardashian albanesas. Estaba repleto de bares, restaurantes, sitios de copas… Todo lo esencial para pasar una buena noche. Salí hacia la izquierda, en dirección sur, cuando la luz artificial se había apoderado de la ciudad y el tráfico era especialmente denso. El número de coches de lujo era sorprendente. Conté tres Rolls en los primeros minutos. De ellos bajaban jóvenes golosísimas con vestidos bastante escandalosos (¡qué pretendía en la zona más de moda!), guapísimas y candidatas a Bella de la Tierra, si no fuera porque no parecía interesarles nada más que el lujo y el dinero.

Acompañándolas iban una “convención de divis”, los gigantes de fuerza descomunal y colosal de los cuentos. Vamos, tíos modelo armario ropero o quarterback de fútbol americano de rostros rocosos y con pinta de no querer hacer amigos. Me asusté porque los divis de los cuentos se alimentaban de carne humana. ¡Dios mío, esas chicas estaban en peligro! Estas criaturas destructivas, de enormes bigotes (los de la calle llevaban todos barba de varios días) eran rudas y secuestraban hermosas doncellas (los fulanos con los que me cruzaba tenían un gusto inmejorable) que las encerraban bajo tierra (pensé en los bunkers) o en aislados palacios. Eso sí, no vi a ninguno con un solo ojo, como los cíclopes. Menos mal que acababan siendo derrotados por la sagacidad y la astucia de los héroes. Respiré algo más tranquilo y seguí bajando por la calle.

0 comments:

Publicar un comentario