Salimos al patio de Pilato, un
falso claustro con galerías en los lados y limitado por San Vital y San
Agrícola y por la iglesia del Martirio. En el centro, una pila. Observa la
tumba de un sastre, marcada por unas tijeras, unos frescos protegidos por
cristales que estaban en la iglesia del Calvario o del Martirio, las capillas,
los adornos geométricos de ladrillo.
La iglesia del Martirio, del
Calvario o de la Santa Cruz acoge un hermoso grupo de los magos al fondo y
algunos frescos. Las columnas separan sus naves.
Entramos a una pequeña capilla
repleta de fotos de los caídos en la Segunda Guerra Mundial, situada
aproximadamente sobre el ábside de San Vital.
El homenaje a los caídos regresa
en el claustro con placas donde se recogen sus nombres. También por los que
murieron en la Guerra Civil española. El pozo del centro está cubierto por los
trastos de las obras de reformas y rehabilitaciones. Contemplamos los capiteles
antropomórficos de la galería superior. Llueve intensamente por lo que nos refugiamos
en la tienda y en el museo, ubicado en la antigua iglesia de la Benda, con
interesantes piezas de pintura y escultura. Compramos el librito de la abadía,
del que se obtienen valiosos datos. Charlamos con un monje olivetano (los que
actualmente la ocupan) encantador.
0 comments:
Publicar un comentario