Una regla estipula que se
debe de dormir en perpendicular a la línea del tejado y que ésta debe ser
paralela al río. M se levanta mortecina. Recuerdo que esta mañana apareció
atravesada en la cama. Sin más detalles. Son suficientes para asegurar que está
perjudicada por no haber cumplido con las reglas locales.
En algún momento de la noche he debido de incumplirlas porque noto un cansancio excesivo. Habrá que ser cuidadoso con ese código de posturas Ya nos advirtieron que dormir con la cabeza hacia el oeste es tabú: al oeste se oculta el sol y ello simboliza la muerte. Mentalmente me sitúo en la cama de mi casa y me quedo preocupado por si llevo más de una década retando a la muerte. No trasladaré estas cavilaciones a M para que no le dé vueltas. O quizá debo advertirla para que encuentre el eje mágico del descanso.
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