Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Viaje a Alaska y Canadá 72. Un lugar para solitarios.


 

Nos dejaron en el muelle a las tres y media. A esa hora habían regresado las excursiones y las tiendas estaban a rebosar. Dimos una vuelta y José Ramón y Javier se quedaron tomando una cerveza y unas espléndidas patas de chatka. Jesús y yo nos fuimos a la piscina cubierta y tomamos unos sándwiches y unos dulces. Tampoco era cuestión de ponerse ciego a pocas horas de la cena.

Jesús se fue al camarote para descansar un poco. Yo me quedé en las cubiertas superiores para hacer unas fotos. Jesús había acertado en sus vaticinios y el tiempo empeoró según avanzaba la tarde de nubes enganchadas a las montañas y bosques que mostraban sus mejores galas.

Aquel lugar expresaba un modo de vida salvaje pero sincero, sin los lujos y liviandades de una ciudad, aunque con el compromiso de autenticidad que uno esperaba en Alaska. No lograba imaginarme entre estas gentes a pusilánimes. Para compensar, en invierno muchos cerraban sus tiendas y sus negocios y se trasladaban a tierras más cálidas, como Vancouver o California. Los que permanecían aquí todo el año podían ser tildados de locos o de valientes. Sin duda, enamorados de este estilo de vida tan singular. Por eso era difícil de asimilar o comprender. Corrían muchas historias de personas que se desplazaron a estos territorios y no pudieron aguantarlo. Y de otros que adoraban la soledad y la ausencia de masificación.

Sí, era atrayente, quizá de forma fugaz, como un capricho inesperado, como algo que arrastraba hasta comprender que lo habías idealizado y que en realidad era mucho más duro de lo que aparentaba. Supuse que si aguantabas el primer invierno y lograbas fijar una coraza a tus pensamientos y tu espíritu quedarías captado por esa naturaleza impactante y por unas gentes sencillas y sinceras que le pedían poco a la vida, salvo lo esencial. La vida les premiaba con lujos sencillos y fácilmente asimilables, pequeñas cosas, para el que estuviera dispuesto a esforzarse por aceptarlos.

0 comments:

Publicar un comentario