Viaje a Alaska y Canadá 55. La cruise compass u hoja parroquial.

 

Una buena forma de organizar la estancia en el barco era a través de lo que bautizamos como “la hoja parroquial”, la cruise compass. Reconozco que la leí con interés durante todo el crucero. La introducían por debajo de la puerta o la depositaban en la mesa al hacer el camarote. Era importante para conocer el código de vestimenta (formal, aquel día), el cambio de hora al entrar o salir de Alaska (una hora de diferencia), los top deals, daily highlights, los horarios de los restaurantes, del gimnasio y otras estancias, la hora de llegada a puerto o de salida, curiosidades durante la navegación, las actividades, la bebida del día (esencial para los más borrachuzos) y la planificación general para aprovechar el tiempo. La misma información se encontraba en la app, a la que se podía acceder aun cuando no hubieras contratado internet, como era mi caso. Por cierto, Javier y Jesús se quejaban de que la calidad de la conexión era baja.

En la sección highlights destacaban un seminario sobre “cómo comprar diamantes y gemas”, al que lógicamente no nos apuntamos, aunque no dudamos de la profesionalidad de quienes lo impartían. Una pena perdérselo, si lo incluyen en tu próximo crucero. Javier comentó que otro de los más interesantes era la subasta de arte al peso: se llevaba el cuadro quién acertaba lo que pesaba. Apasionante. Tengo mis dudas sobre la fiabilidad de la información de Javier y si había teñido la misma con cierta sorna.

Poco después empezaba una charla sobre el origen de la Policía Montada de Canadá en el Safari Club, en la cubierta 6, que era el remanso de paz con vistas a la estela donde había dejado a Jesús.

A las 9 nos habíamos perdido una charla de Dominique Laviguer sobre Sitka y Juneau, nuestros siguientes destinos. Sitka fue la primera capital de Alaska y Juneau era la actual. Ambas estaban rodeadas de una fascinante naturaleza y mantenían su espíritu pionero.

Por la noche dictaba el ritmo del pasaje informando del contenido del espectáculo en el teatro, el lugar donde podías bailar o la hora de cierre de la tienda para realizar compras.