El descubrimiento de América a
finales del siglo XV abrió una carrera de los diversos reinos europeos por
explorar las nuevas tierras y comprobar qué riquezas podían aprovechar. Fueron
ingleses y franceses quienes se concentraron en el norte del continente,
alejados de los españoles.
Esta zona occidental del país
quedó al margen de las disputas entre las diferentes potencias europeas durante
varios siglos. No será hasta el último tercio del siglo XVIII cuando lleguen
los primeros europeos. Antes de su llegada, Vancouver estuvo habitada por los Pueblos
de las Naciones Originarias Squamish, Tsleil-Waututh y Xwmeéth-Kwyiem. El
comercio entre ellos era intenso y la armonía una constante, con las luchas
propias de todos los vecinos.
La posibilidad de que los rusos
pudieran avanzar y conquistar la costa del Pacífico Norte puso en aviso a los
españoles, que desde Nueva España (México) mandaron diversas expediciones para
comprobar la veracidad de los rumores que les situaban en las costas de la
actual Alaska. Aquellos navegantes del último tercio del siglo XVIII
confirmaron que la presencia rusa era escasa y que los beneficios inmediatos de
aquellas tierras bastante difusos. Tomaron posesión de forma solemne y
mantuvieron más o menos en secreto sus descubrimientos.
En 1792 se produjo el histórico
encuentro entre Bodega y Quadra y George Vancouver. El objeto era delimitar las
zonas de influencia de Gran Bretaña y España. No llegaron a un acuerdo
definitivo, pero dejaron las bases para la ulterior frontera. Poco tiempo
después España renunciaba a esos territorios. Gran Bretaña se enfrentaría
durante décadas con el poder emergente de Estados Unidos.
El comercio de pieles ofrecía un
suculento negocio en Europa. También se activó la industria maderera durante la
primera mitad del siglo XIX, aunque la presencia británica era escasa. El 1 de
julio de 1867 nació el Dominio de Canadá. Columbia Británica, que era colonia
de la Corona desde 1858, votó unirse al Dominio en 1871. La condición fue que
llegara el ferrocarril en un plazo que fue apurado al máximo. En 1885 fue
terminada la línea transcontinental, que atravesaba Canadá de este a oeste.
Ello permitió un mayor flujo de mercancías y la apertura de una nueva opción
para nuevos pioneros. En 1887 la Canadian Pacific Railway trasladaba su
estación terminal a Granville, que luego se rebautizaría como Vancouver.
Llegaron colonos europeos y asiáticos.
La Fiebre del Oro del Klondike, en
1896, dio un nuevo impulso al oeste de Canadá. En 1898 se estableció el
territorio de Yukon para asegurar la jurisdicción canadiense sobre la zona de
la Fiebre del Oro.
Tras la Primera Guerra Mundial Canadá
fue reconocido como país independiente e ingresó en la Sociedad de Naciones,
precedente de la ONU.
El Estatuto de Westminster de
1931 otorgó a Canadá plena autoridad legislativa, lo que supondría su
independencia política de hecho. En 1945 ingresó en la ONU.
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