Corrían tiempos de alta
actividad bélica allá por 1170. Los ejércitos de los reinos cristianos habían
arrojado hacia el sur las fronteras a costa de los débiles reinos de taifas,
pero la venida de tropas musulmanas desde el otro lado del estrecho de
Gibraltar había dado nuevo impulso a contener aquellas conquistas. Almorávides
y almohades mantenían el tipo.
Para reforzar sus huestes en la
defensa de Cáceres, el rey Fernando II de León y el obispo de Salamanca, Pedro
Suárez de Deza, fundaron los Fratres o Caballeros de Cáceres, que
posteriormente pasaron a denominarse Orden de Santiago. Poco después, la Orden
se extendió por el resto de los reinos peninsulares y por Francia. La
introducción de la Orden en Portugal estaba documentada en fecha próxima a
1172. Portugal pasó a ser una de sus cuatro encomiendas peninsulares.
La Orden tenía su sede central
en Uclés, al noroeste de la provincia de Cuenca. Las posesiones que acumulaba
en el país vecino debieron ser importantes y parece que parte de las rentas que
generaban fueron desviadas a la casa central, lo que debió ser observado con
preocupación por el rey portugués que contemplaba cómo se alimentaba, en
definitiva, al reino con el que mantenía fuertes controversias. Estos agravios
fueron expuestos por los caballeros portugueses al Papa Nicolás IV en 1288,
quien reconoció a la rama portuguesa por la bula “Pastoralis officii”. A partir
de 1290 el colegio de “Treces” portugueses elegiría a su maestre provincial.
Sin embargo, Bonifacio VIII, favorable a Uclés, reunificó la Orden a finales
del siglo XIII. Con Juan XXII se inicia un nuevo proceso de separación,
apareciendo un nuevo provincial en 1315 y otro en 1319. El elegido en esta
segunda fecha, Pedro Escacho, será quien convoque el Capítulo General de Lisboa
de 1327 y elabore los establecimientos constituyentes. El rey Dinís I, el
fundador de la Orden de Cristo tras él desmantelamiento de los Templarios,
estaba tras esos movimientos, aunque murió en 1325, dos años antes del
reconocimiento de la situación de hecho.
La independencia de la orden en
Portugal fue ratificada por el Papa Nicolás V en 1452. Quien desee ampliar la
información le aconsejo la lectura de La escisión de los santiaguistas
portugueses: algunas notas sobre los establecimientos de 1327, de Carlos de
Ayala Martínez.
La Orden de Santiago de la
Espada tuvo su sede en el Castillo de Palmela desde 1443 hasta 1834. Fue
suprimida por la República en 1910.
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