Muy cerca estaba la librería
Bertrand, fundada en 1732, la más antigua del mundo aún en funcionamiento. Era
la cadena de librerías más importante del país. Como nos comentaba Eduardo, y
confirmamos en internet, había sobrevivido a todas las vicisitudes de la
ciudad. Fue frecuentada por grandes escritores.
En la otra esquina, la librería
Sá Da Costa, especializada en libro antiguo y de ocasión, que rendía homenaje a
Don Quijote y Sancho Panza con su figura en el centro. Activa desde 1913, era
una locura para los que nos gustaban los libros. La decoración era singular,
con esculturas africanas, un caballero medieval de madera, libros y
parafernalia por todas partes. Compré Mensaje, de Pessoa, el único libro
en portugués que publicó en vida y que me ha servido para profundizar en el
conocimiento de Portugal.
Muy cerca, la plaza de Luís de
Camoens (o Camões, en portugués), el insigne autor de Los Lusiadas (Os
Lusíadas), obra épica cumbre de la literatura portuguesa. Ya habrá tiempo
para hablar del autor y su obra. El monumento a este poeta era obra de Víctor
Bastos y fue inaugurado en 1867. Recogía estatuas de varios personajes.
Entramos en la iglesia de
Nuestra Señora de los Mártires. En la plaza estaba la iglesia de Nuestra Señora
de la Encarnación. Por eso el nombre antiguo de la plaza era largo das
Duas Igrejas. La abundancia de monumentos podía llevar a una profunda
distracción o a un atracón de piedras que nublara la vista y la mente.
Bajando por Rua Alecrim
alcanzamos Barão de Quintela, que nos reconcilió con otro gran escritor
portugués: Eça de Queiroz. Su estatua era de Teixeira Lopes. Le habíamos
contemplado en aquel mural de Braga, habíamos seguido su rastro por las calles
de Coímbra, donde estudiara. Estaríamos atentos para nuevos encuentros.
En esta misma zona estuvo el
convento de San Francisco da Cidade, de impresionantes proporciones, según leí,
por lo que se le denominó la ciudad de San Francisco. Fundado en 1217, acogió
la Biblioteca Nacional hasta su traslado en 1965 a Campo Grande. También acogió
la Escuela de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo, que ahora estaba
integrado en el Museo del Chiado.
0 comments:
Publicar un comentario