Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Descubriendo Portugal 76. Una anécdota marisquera.

 


Para tomar la autopista A8, y seguir hacia el sur rumbo a Lisboa, había que tomar la carretera que llevaba a Alcobaça, la otra joya del gótico en Estremadura y continuar en dirección sudoeste hasta empalmar con aquella. Lógicamente, renunciamos a Alcobaça, con gran dolor de nuestros corazones.

Todo el mundo nos había aconsejado Nazaré, en la costa. Por supuesto, no daba tiempo para desviarnos y contemplar sus grandiosas olas surferas. Lo siento por Jose, porque yo ya había estado hace más de dos décadas. Se puede deducir que no me acordaba de nada o casi nada. Nada del pueblo, del paisaje o la playa, aunque sí de una gloriosa mariscada y una anécdota.

Viajaba con mis buenos amigos Raúl y Alberto durante un puente de mayo y Raúl, que había veraneado varios años en Figueira da Foz, nos llevó a comer a Nazaré. Nos comimos una mariscada espectacular bien regada de vino. Concluidos los postres, la camarera nos preguntó si queríamos algo más (por los cafés) y a Alberto se le ocurrió decir jocosamente que se tomaría dos huevos fritos con patatas. La chica no debió captar la broma y con los cafés trajo los dos huevos fritos en una fuente llena de patatas. Nos quedamos a cuadros, nos reímos abiertamente y Alberto, lejos de amilanarse, pidió pan para mojar las yemas.

Para bajar todo aquello nos dimos un largo paseo por la playa. No recuerdo que hubiera un oleaje especial. Al poco de subir al coche, Alberto se quedó dormido y su cuerpo se fue hacia adelante. Daba la impresión de que estuviera colgado o ahorcado. Raúl y yo nos descojonábamos insistentemente. Aún nos reímos recordando aquello.

0 comments:

Publicar un comentario