En el ámbito legislativo, y como
nuestro rey castellano, algo anterior en el tiempo, dejó un corpus civil y
penal que sustentaría el derecho del país durante mucho tiempo, algo necesario
para reorganizar el campo, explotar las minas o fundar la marina portuguesa,
tan importante tiempo después para crear su imperio. Portugal se convertiría en
el primer estado nacional moderno mucho tiempo antes que Francia, Inglaterra o
España.
El poema de Pessoa destaca esos
aspectos como “el plantador de naves por llegar”. Impulsó la plantación de
pinos para la protección de la agricultura y aquellos pinares se convertirían
en el siglo XV en las naves que surcaron el Atlántico y el Índico y fueron
responsables de los descubrimientos.
Los musulmanes de Santarém
amenazaban el condado Portucalense a principios del siglo XII. El Conde don Enrique
promovió la repoblación de estas tierras de frontera y para garantizar su
seguridad, su esposa doña Teresa donó a los Templarios el castillo de Soure. Afonso
Henríquez confirmó la donación. De esa forma, los Templarios se lanzaron a la
construcción de varios castillos defensivos: Ega, Pombal, Redinha, Ceras,
Dornes, Zêzere, Almourol y Tomar.
Mientras nos acercábamos a Tomar,
nuestro siguiente destino, recordamos que don Dinís fue el creador de la Orden
de Cristo, en 1319, como continuadora de la orden del Temple, disuelta por el Papa
en 1314. No solo pasaron a ella sus inmensas posesiones: también el valioso
caudal humano. Para mantener controlada la orden, el rey nombraría al Gran
Maestre. Uno de los más ilustres fue Enrique el Navegante. En las velas de las
carabelas lanzadas a descubrir nuevas rutas imperaba la cruz de la Orden de
Cristo, que popularizaron en todo el orbe.
Inicialmente, y para cumplir con
su misión de lucha contra el islam, se instaló su sede en el Algarve, en Castro
Marim. Desde 1357, regresaron a Tomar. Porque en Tomar estuvo la de los Templarios.
Tocaba adentrarnos en el lugar
donde se fraguaron tantos y tan importantes hechos para el reino de Portugal:
el convento de Cristo.
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