Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Descubriendo Portugal 52. La catedral de Oporto I

 


Aparcamos el coche e inmediatamente nos pusimos en camino hacia la catedral. Repasamos algunos de los lugares de la mañana anterior que se encontraban extrañamente más tranquilos por la escasez de turistas y grupos. El calor no daba tregua. Menos mal que no hubo que trepar cuestas en ese primer momento.

Mucho más rápido de lo que imaginaba, y bajo la guía de Jose, alcanzamos la , que dominaba una colina que era un extraordinario mirador sobre la ciudad. De una veloz mirada separamos lo que habíamos ya visitado y lo que aspirábamos a disfrutar en esa tarde. Como en el límite de la ciudad visible se erguía la torre de los Clérigos en el monte da Penoventoso.

Por desgracia, el nártex barroco del italiano Nicolau Nasoni estaba en obras y cubierto por una espesa tela protectora. Nos concentramos en el pórtico barroco que sustituyó al románico original. Aliviaba un poco el aspecto de castillo de la traza románica. Nos gustó el rosetón, ese ojo de las fachadas que es un mandala cristiano.



Nicolau Nasoni (o Niccoló Nasoni, por su origen italiano), fue uno de los grandes artistas portugueses del siglo XVIII y uno de los responsables de que la ciudad sea la más barroca del país. Nacido en un pueblo de la Toscana y educado artísticamente en Siena, llegó a Portugal en 1725 de la mano del Decano de la ciudad Jerónimo de Távora e Noronha, quien será su principal mecenas. Su primer trabajo fue redecorar la catedral, en donde utilizó por primera vez el efecto ilusionista de la quadratura en los frescos del interior. Al pórtico o nártex de la fachada norte se unen el retablo de plata de la capilla mayor, el diseño de los órganos y la decoración del ábside y el claustro.

Pintor, arquitecto y escultor (su especialidad era la dourada talha, tallas de madera recubiertas de hojas de oro), habíamos contemplado varias obras suyas, como la fachada de la iglesia de la Misericordia en la rua das Flores o el retablo cóncavo de la iglesia de San Ildefonso. Nos quedamos sin paladear el palacio de Freixo, actualmente un hotel de la cadena Pestana, y sus jardines. La iglesia de los Clérigos, a donde nos dirigimos después, era su obra maestra. Fuera de Oporto, se encontraban la catedral de Lamego y la Casa Mateus de Vila Real, entre otras obras suyas.

0 comments:

Publicar un comentario