Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Descubriendo Portugal 43. Un ligero crucero por el Duero.


 

Jose había fichado los distintos recorridos por el Duero. Lo habitual era que recorrieran los seis puentes que unían las dos márgenes del río, desde Ponte do Freixo hasta Ponte da Arrábida. Era esencial admirar la zona desde el río, una perspectiva necesaria y complementaria de la que se percibía desde tierra. Además, se conocían zonas que de otra forma no se podrían disfrutar por falta de tiempo.

La actividad era muy popular y por ello tuvimos que esperar algo más de media hora para embarcarnos. Mientras, observamos las barcas antiguas que transportaban los barriles, o las embarcaciones modernas para turistas o, más lejos, los impresionantes hoteles flotantes que realizaban los cruceros por el Duero. No faltaban atractivos para entretenerse en la espera.



Nos situamos en la parte delantera, cerca de la proa, al sol, que era suavizado por la brisa que generaba el avance tranquilo del barco. Se iniciaba la navegación hacia el interior, hacia Freixa, pasando bajo el puente de hierro de Luis I.

Desde esta perspectiva se apreciaba el escalonamiento de la ciudad, sus distintas plataformas y niveles, las fachadas coloridas y estrechas de las viviendas, los ventanales que se replicaban una y otra vez, las casas desplegadas al abrigo de la muralla, una ermita que quedaba cerca del río, los perfiles de los otros puentes, el primero, moderno y de hormigón; el siguiente, de hierro, más sencillo que el de Luis I; otro más de hormigón.



En el regreso quedamos cerca de las terrazas de cais de Ribeira, protegidas por sombrillas, ajetreadas a pesar de la solana. Intentamos adivinar los lugares, fuimos saliendo de Oporto, se perfilaba el edificio de la aduana en la margen derecha, los jardines, las casas con envidiables vistas, una perspectiva de la ciudad ligeramente alejada. Recordamos a Saramago en Viaje a Portugal:

Y el viajero no puede olvidar los colores con que se pintan las casas, estos ocres rojizos o amarillos, estos tonos en castaño denso. Porto es un estilo de color, un acierto, un acuerdo entre el granito y los colores de la tierra, que él acepta, con una excepción para el azul si con el blanco se equilibra en el azulejo.

0 comments:

Publicar un comentario