Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Descubriendo Portugal 38. Santa Catalina, San Ildefonso y el Teatro Nacional.


 

La calle de Santa Catalina no tenía desperdicio. La habían peatonalizado y hordas de turistas organizados en grupos, como legiones o escuadrones sin orden, avanzaban con lentitud. Se debe parar ante cada edificio porque cada uno guarda un mensaje para el caminante. Las aglomeraciones las causa el café Majestic o la librería más antigua y prestigiosa, livraria Latina Editora. Los rótulos de Reis Filhas y Luiz Soares eran magníficos.



La imponente fachada de San Ildefonso nos atrajo y subimos su pendiente. El regalo de buenas vistas sobre el trazado adaptado a las colinas se completaba con nuevos lujos en forma de azulejos y dorados barrocos. Pagando un euro penetrabas en sus profundidades, que eran interesantes, aunque sin revuelos. Más contenidos habrá más adelante.



Jose optó por continuar hacia la izquierda, o el sur, según el mapa, que no parecía ser lo más atractivo. Sin embargo, el Teatro Nacional San João nos compensó y por Porta do Sol alcanzamos un lienzo de muralla que bajaba hasta el río. Puedes descender en funicular, tras gozar de las vistas, o aventurarte por las escaleras y la iglesia de Santa Clara. Era un barrio pobre, o popular, como le gusta a la gente decir. Algunas casas habían tomado nuevos bríos al convertirse en alojamientos turísticos. Quizá llegar hasta aquí con las maletas fuera un prodigio. Una señora mayor resoplaba en el ascenso con la compra. La sudada hubiera sido inmensa si en vez de bajar hubiéramos subido. A los dos nos gustó la experiencia de las escadas dos Guindais.

0 comments:

Publicar un comentario