-Tampoco ayudó mucho su forma de acceder al
trono-comenté mientras mi tío perseguía con la mirada al camarero para que nos
sirvieran la cena.
-Lo de matar a los hermanos y sobrinos para acceder a él era casi habitual entre los mogoles. Por eso él no se fiaba de nadie. Llegó a encarcelar o mandar al exilio a cuatro de sus cinco hijos varones.
-Más el encarcelamiento de su padre.
-Sin embargo, no era un nombre violento en su quehacer diario; quizás fue el más suave con sus súbitos y el más legal o legalista. Consideraba el castigo severo como una reducción de la dignidad. Cuanto más bajo en la jerarquía era el ofensor más comprensivo era. Incluso se le acusa de no hacer valer los castigos y que por eso sus prohibiciones quedaron en muchos casos en papel mojado.
La llegada de los sandwiches no interrumpió nuestra conversación, que se trasladó a la guerra civil entre los hijos de Sha Jahan.
-El final del reinado de su padre se inicia en 1657, cuando se cumplían 30 años lunares de su acceso al trono. El 16 de septiembre cayó enfermo y se produjo una cadena de rumores sobre la muerte del emperador y la apertura de su sucesión con la amenaza del caos. Aunque se recuperó, los cuatro hijos varones, Dara, Murad, Aurangzeb y Shuja se prepararon para el combate.
-El heredero era Dara. ¿Cómo pudo alcanzar el trono el tercer hijo que quería ser faquir?- pregunté.
-Dara, como heredero aparente, fue educado para suceder a su padre. Estaba familiarizado con la administración, era popular pero soberbio y no contaba con el apoyo de los emires o nobles. Además, era un tanto relajado en sus prácticas religiosas y fue acusado de apostasía y herejía. Dara y Aurangzeb se odiaban.
-Y Aurangzeb se consideró el elegido para liberar al reino de la herejía.
-Exacto. Esa fue su baza. Cada hijo dirigía su potente ejército. Incluso cada uno contaba con el apoyo de una hermana en el harén. Jahanara se alineó con Dara y Raushanara con Aurangzeb.
La batalla decisiva tuvo lugar en Samogarh, cerca de Agra. Murad, alineado con Aurangzeb, fue el héroe y se postulaba como emperador. Pero Aurangzeb le tendió una trampa, lo encerró durante tres años y se valió de la denuncia de un emir para ejecutarlo.
-La guerra civil es una sucesión de alianzas y deserciones, de maniobras para aprovechar los movimientos de los demás hermanos o para neutralizarlos, de una familia que luchaba entre sí con encono y fiereza. ¡Cuántas traiciones!
Las celebraciones por la subida al trono de Aurangzeb se prolongaron desde el 22 de mayo hasta el 29 de agosto de 1659. Como indicaba Eraly, “así comenzó en gran y alegre celebración un reinado singularmente triste”.
Sin tristeza y con mucho cansancio nos fuimos a dormir. Nos esperaba un tremendo madrugón.
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