Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Los saris son el color de la India 192 (2011). El Ganges.


 

A esa hora Benarés renacía para las oraciones de la tarde y para las actividades del bazar. Una enorme masa de gente local y de visitantes, peregrinos, viajeros y curiosos se lanzaba a las calles para apoderarse de alguna de esas manifestaciones que estaban impregnadas de devoción y santidad.

Morir en Benarés o Varanasi era un gran privilegio para un hindú: con ello rompía la cadena de reencarnaciones, con el samsara. Los preceptos sagrados obligan a que las cenizas de un hindú se arrojen a un río que vaya a parar al mar. Y el río por excelencia, el más sagrado, es el Ganges.



Los ríos que riegan ciudades de tradición hindú son tratados como divinidades. El Ganges es la divinidad Ganga, femenina. Porque el agua es fuente de purificación y de fertilidad, física y espiritual. Por ello las aguas de los ríos eran santificadas.

Las riberas de los ríos eran los lugares elegidos para las incineraciones y los ritos funerarios. La divinidad fluvial arrastraba las cenizas hasta Shiva y éste daba la fórmula mágica para poder reencarnarse.



Recuerdo ahora las palabras del segundo Canto del Bienaventurado, en el Mahabharata, cuando se formula la pregunta de cómo muere el cuerpo y cómo se encarna el alma en otro:

Llega un momento en que las acciones

que justifican una vida humana

se han agotado y el alma acepta, asustada,

conductas nocivas que traen la muerte del cuerpo.

 

El espíritu, entonces, abandona

el cuerpo perecedero,

pero arrastra con él los efectos perdurables

de las buenas o malas acciones.

 

Cuando el espíritu, cargado con ellos,

adopta otro cuerpo, inserta en él

estos efectos de pasados actos.

 

Así, Kashyapa, el espíritu toma cuerpo tras cuerpo,

sufriendo las consecuencias de las acciones cometidas y omitidas

de las vidas precedentes.

 Sin embargo, estas aguas santificadas que conducían hasta el dios Shiva sufrían un proceso de contaminación alarmante que hacía correr peligro a sus cualidades únicas.

0 comments:

Publicar un comentario