Aun no habían abierto el City Palace. Bajamos la
calle hasta el templo Jagdish. Los pequeños comercios ya estaban dispuestos
para vender sus mercancías. Unos jóvenes observaban el trasiego de turistas
desde la escalinata del Shree Jagat Shiromanji Temple. Las vendedoras de flores
esperaban a los compradores que quisieran llevar ofrendas a los dioses.
Ascendimos la escalera del templo de Jagdish. En lo alto, dos elefantes con la trompa levantada flanqueaban la entrada. Inmediatamente se alzaba un santuario ocupado por una Garuda, la cabalgadura de Vishnú, bastante peculiar. Era de metal y parecía un noble o un soberano con alas. Los ojos saltones daban bastante miedo. Las flores dulcificaban su aspecto. La base del santuario estaba decorada con varios frisos superpuestos de elefantes, caballos, músicos, danzantes y bailarinas.
El templo principal estaba dedicado a Krishna (según
la web de Udaipur lo estaba a Laxmi Narayan) y había sido construido por el
maharajá Jagat Singh en 1651. En el interior, Krishna era representado en
piedra negra como Jagannath, señor del universo. La estructura era de dos
pisos.
En la base de la mandapa se repetía la estructura de frisos superpuestos del santuario de la Garuda, aunque quizá con más calidad. Pero era en la base de la shikhara donde los trabajos eran más espectaculares. Las mujeres de senos prominentes, los animales mitológicos, las esculturas con el elenco celestial, lo cubrían todo.
En la cabecera del templo varias mujeres sentadas en el suelo o apoyadas contra los muros quizá rezaban. Varios santones saludaban y esperaban un donativo.
0 comments:
Publicar un comentario