-Pratab Singh fue un ejemplo de autoconfianza y
de las virtudes de los Rajput-contaba mi tío-. Era valiente y arriesgado. Con 70
años acompañó a sus tropas a las trincheras de Francia y a Palestina. Ante los
muros de Haifa, y después de un ataque fallido, arengó a sus hombres: “podéis
seguir adelante y morir por las balas del enemigo o podéis replegaros y ser
ejecutados por mi”. Los lanceros tomaron Haifa. También protagonizó una curiosa
anécdota. Cuando fue a Londres por primera vez para el jubileo de las bodas de
oro de la reina Victoria, dijo que se hospedaría en el Palacio de Buckingham,
en vez de en alguno de los hoteles de lujo de la época, el Claridge o el Savoy.
Cuando le dijeron que no había sido invitado por la reina replicó que si la reina
hubiera sido invitada por él a Jodhpur, no permitiría que la reina se quedara
en otra casa u hotel que no fuera su palacio. Así obtuvo la invitación.
-Eso quiere decir que nos encontraremos con un palacio espectacular, supongo.
Nos situamos frente a los edificios tallados sobre ciclópeas columnas colgadas del acantilado. Completamos los últimos metros a pie. Una primera puerta, Jayapol, la más oriental y cercana al aparcamiento, daba la bienvenida. Otras tres puertas daban acceso a la fortaleza. Ésta se construyó en 1806 por Man Singh tras la victoria sobre las tropas de Jaipur y Bikaner.
La entrada, 300 rupias, incluía la audioguía. Otras 100 rupias nos daban derecho a hacer fotos. Guardamos con celo las hermosas entradas en cartón con la fotografía del fuerte.
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