Designed by VeeThemes.com | Rediseñando x Gestquest

Los saris son el color de la India 74 (2011). Gadi Sagar, el lago sagrado I.


 

La primera visita del día fue a Gadi Sagar. Era un lago artificial (ese es el significado de sagar, lago) creado al embalsar las aguas. Construido en 1367 por el maharajá Gadsi Singh, fue el depósito de agua que abasteció a la ciudad durante siglos. Dado el valor del agua en las zonas desérticas, el lago era considerado sagrado y estaba rodeado por templos, palacios, cenotafios y otras pequeñas construcciones que formaban un conjunto singular, hermoso e interesante. En la actualidad había perdido su función esencial y se había convertido en un lugar de recreo y una atracción turística. Un paseo por sus aguas en patín o góndola era uno de sus divertimentos.

Desde la entrada hasta la puerta monumental discurría una amplia avenida, como un camino ceremonial, más comercial que solemne. Asomaban las primeras construcciones silenciosas y deshabitadas. El calor era espeluznante y la humedad la notamos pronto pegada al cuerpo. Los rayos del sol iluminaban la arenisca dorada.



Al frente quedaba Tilon-ki-Pol, la puerta ceremonial que bien podría ser un palacio. Fue construida por una prostituta que ofreció el dinero que se precisaba para darle vida. El maharajá se opuso alegando que le obligaría a pasar bajo la puerta, lo que juzgaba indigno. La prostituta se valió de una treta para salvar este obstáculo. En una de las ausencias del príncipe la edificó y colocó un templete en favor de Krishna. La presencia de la divinidad la protegió de la ira destructiva del mandatario.

Desde la puerta se extendían, en torno a la orilla, las construcciones, salvo en la zona opuesta del lago. Elucubramos sobre las razones de la ausencia de edificios. Si el lugar se destinaba a ceremonias funerarias, la orilla contraria era la de la salida del sol y, por tanto, ajena a la muerte. Quizá el terreno no fuera propicio técnicamente o fuera poco auspicioso.

0 comments:

Publicar un comentario