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Los saris son el color de la India 10 (2011). La Vieja Delhi y el Fuerte Rojo.

 


Una amplia avenida dividía el Viejo y el Nuevo Delhi. El tráfico empezó a complicarse y el urbanismo pasó a la Edad Media. Aunque no nos lo hubiera advertido Krishna, el cambio de escenario era tan radical que era imposible no darse cuenta. Esto era lo que estaba buscando, lo que se acoplaba realmente a mi idea de la India. En un centenar de metros habíamos saltado cientos de años. Los jardines que aportaban relajación se habían difuminado. En su lugar aparecían casas bajas, desvencijadas, faltas de revoco.

Al este quedaba la carretera de circunvalación, Mahatma Gandhi Marg, que desahogaba el tráfico de la urbe. Más allá de esa carretera se situaba Raj Ghat. Era el lugar donde fue incinerado el libertador de la India tras ser asesinado pocos meses después de la independencia. Quedó para otro viaje. Por las fotos y los comentarios de mi tío aprecié que era un lugar apacible, otro jardín funerario, un punto de peregrinaje donde homenajear a aquel gran hombre, a la Gran Alma, como lo bautizó el poeta Rabindranath Tagore. Una pulida losa negra y un pebetero atraían todos los días a turistas y nacionales. En una de las instantáneas se veía a un discípulo de largas barbas que se quedó allí para continuar al cuidado de su maestro.

Un atasco no tiene por qué ser siempre malo. Así lo pensábamos en las proximidades del Fuerte Rojo. Ante la necesidad de recortar el itinerario, optamos por no visitarlo. Obra de Sha Jahan (o Sha Yahan), el quinto emperador mogol, su interior era similar en estructura al del mismo nombre en Agra. Como éste era visita irrenunciable, el tío Luis nos aconsejó concentrarnos en otros monumentos. Sus muros de arenisca roja se extendían varios kilómetros. Imponían sus torres. La represión de la Rebelión de los Cipayos, los soldados indios que servían a los ingleses, en 1.857, causó importantes daños en su interior. Aquel día se celebraba un festival y la aglomeración de gente para entrar era tremenda. Donde estaban los jardines se alzó parte de otra de las ciudades históricas, Shajahanabad.

 

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