La calle de tiendas más lujosas
se llama Tornabuoni. Los Tornabuoni también eran una rica y prestigiosa familia
florentina con capilla propia en suntuosa iglesia. Estarían orgullosos de la
calle que les han dedicado, no muy larga pero enormemente suculenta. La
sucesión de palacios alberga a Roberto Cavalli, Bulgari o a Salvatore
Ferragamo, que ha montado su museo en la sede del palacio Spini-Ferroni, ya
casi cerca del río. Cualquier mujer enloquecería con estas tiendas, que a
nosotros nos entusiasman.
En la iglesia de San Gaetano y
San Michele suena en su interior barroco un concierto. Junto a la iglesia de la
Trinidad, el palacio Tornabuoni, reconvertido en hotel de lujo. Fue residencia
de Alejandro de Medici, quien fue elegido papa, León XI. Los Medici y los
Tornabuoni emparentaron para unir sus fuerzas.
En la plaza, la columna de la Justicia.
La Iglesia de la Santísima Trinidad es otra de esas joyas que habrá que aplazar
para una futura ocasión. Frescos de Lorenzo Mónaco y Ghirlandaio.
Se especula con la posibilidad
de que Lisa Gherardini del Giocondo, la Mona Lisa, pudiera estar enterrada
junto a su marido, rico mercader florentino, y su hijo en la capilla de los
Mártires. El misterio sobre la modelo de Leonardo y su último destino se debate
entre la iglesia de Santa Orsola, en la Toscana, y esta basílica a la que
pudieron ser trasladados los restos al reestructurar aquella. La Gioconda
seguirá siendo fuente de inspiración. Los españoles podemos gozar de la otra
Gioconda, la del Prado, realizada simultáneamente a la primera por pintores
españoles del taller de Leonardo.
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