Los saris son el color de la India 8 (2011). Chattris y cúpulas.

 

La cúpula blanca dominaba el monumento. Me llamaban la atención los pabellones abiertos, los chattris, cúpulas sobre cuatro columnas que eran un elemento habitual de la arquitectura india. El cuerpo central sobre el que se asentaba la cúpula era de base cuadrada con las esquinas rebajadas. El mármol blanco, que ribeteaba la arenisca roja de los muros, componía un conjunto cautivador.

En el interior, las salas que acogían los cenotafios eran amplias. La luz se filtraba por las celosías. Luz potente, para lo temprano de la mañana. La humedad se apropiaba de nuestras camisetas.

En la sala central reposaba el emperador mientras que las laterales se destinaban a sus familiares, esposas y nobles sirvientes. Allí estaba enterrada también su viuda, Haji Begum, quien encargó la construcción al arquitecto Mirak Mirza Ghija.

Uno de los laterales del perímetro albergaba la tumba del barbero del emperador. Mucho cariño debió tenerle para otorgarle el honor de terminar su existencia cerca de su tumba. O es que siguió necesitando sus servicios en el más allá. Estaba de reparaciones, como la mezquita de Isa Khan.

 

Con una excelente sensación abandonamos nuestra primera visita en la India.