Concentración, no nos vayamos a
despistar por batallas ajenas. La nuestra es encontrar el hotel Santa Caterina,
el nombre de la santa local más popular. Y lo encontraremos en via Eneas Silvio Piccolomini, el papa
Pío II, con la ayuda del navegador. Lo que será algo más complicado será
aparcar. La calle está repleta de coches aparcados incluso en prohibido. La
calle conduce hasta la puerta Romana. Nos quedamos cien metros antes.
El hotel es coqueto, con
encanto, con un toque hogareño aunque un poco recargado. La persona de
recepción nos atiende con una exquisita amabilidad. La habitación es acogedora.
Los colchones un poco blandos para el gusto de nuestras espaldas. Nos sentimos
casi como en casa. Descansamos un rato. Mientras, se cuela la oscuridad de la
noche. Se ha disuelto el tráfico.
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