El camino nos condujo por la
amplitud de un campo de maíz enhiesto, a nuestra izquierda, y un bosque de
eucaliptos a la derecha, tupido, nuevamente de árboles alineados, que impedían
penetrar a la mirada. El lugar era geometría, figuras paralelas, matices de
verde y marrón, verdor y pardo.
San Pedro de Ardemil pertenecía
a Órdenes (Ordes, en gallego), a la que también pertenecía Leira (Santa María
de Leira) donde estaba nuestro hotel y el destino de la jornada. Al borde del
camino, su iglesia y cementerio, reiteración de aldea.
De Órdenes era Isabel Zendal
Gómez, la enfermera que participó en la Real Expedición Filantrópica de la
vacuna de la viruela, una gran hazaña en tiempos de Carlos IV que muchos de los
españoles desconocíamos hasta que la recuperó del olvido el escritor Javier
Moro en su libro A flor de piel. La
expedición fue comandada por Francisco Xavier Balmis, con su ayudante Josep
Salvany, pero la encargada de cuidar de los niños expósitos que sirvieron para
transportar el virus, que se inoculaba en los que no habían pasado la
enfermedad en un imaginativo sistema, era la enfermera Zendal. Sin ella hubiera
sido un completo fracaso. A ella se debía una parte de la salvación de muchas
vidas. Era curioso que el despliegue militar contra el coronavirus se denominara
Operación Balmis.
Tras un tiempo de entrecruzarse
el camino con la carretera alcanzamos el café bar Uzal. El bar no tenía nada de
especial y quizá por ello nos observaban con curiosidad tres parroquianos
apostados a la entrada tomando el fresco. Sin embargo, enfrente y al lado se
desplegaban varias figuras ajenas al ambiente, como un peculiar museo al aire
libre, empezando por un dinosaurio de cartón piedra sobre una plataforma con
ruedas que no terminaba de zamparse a un muñeco que ya había perdido un brazo.
Cerca, dos tractores totalmente oxidados, otro colgado de un arco también herrumbroso
y varias figuras en piedra: una virgen, el Apóstol, una cabeza de caballo que
parecía haberse escapado de un ajedrez gigante, unos campesinos, un hórreo,
lápidas y alguna otra figura extraña.
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