El castillo de Nijo fue
construido en 1.603 por el primer shogun Tokugawa, Ieyasu, como residencia y
palacio para las audiencias. Fue utilizado muy escasamente ya que el centro de
gobierno pasó a Edo, la actual Tokio. Durante doscientos años estuvo vacío. El
décimo quinto y último shogun Tokugawa habitó en él durante un tiempo, aunque
hubiera lugares más cómodos donde vivir. En 1.867 reunió a los daimios y declaró la soberanía del emperador.
El castillo pasó a ser propiedad de la familia imperial y en 1.939 fue donado a
la ciudad de Kioto. Era curioso que muchos remates de los edificios
representaran crisantemos, el símbolo de los emperadores. Quizá el respeto
institucional alcanzaba hasta esos detalles.
Entramos por la parte este y
salvamos un amplio foso. La primera buena impresión la daba una puerta
profusamente decorada, la Kara-mon,
desde la que se veía el pabellón de acceso. El patio era de grava blanca y nos
preguntamos si ocultaba algún significado especial, al igual que el jardín de
rocas de Ryoanji.
Para que la hierba estuviera
impoluta y sin nada que la ensuciara, una señora mayor, en cuclillas, cepillaba
el césped con un cepillo como si fuera el traje del shogun. El resultado era
una impresionante limpieza.
Lo mejor el suelo sonoro
ResponderEliminarLo mejor el suelo sonoro
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