Estadio Olímpico de Munich siendo desmantelado.
Caminaba por la calle Príncipe
de Vergara de regreso a casa el sábado por la tarde y al parar en un semáforo
escuché:
-¡Jo, tío, otra semana sin
fútbol, vaya coñazo!
El interfecto lo dijo con sentimiento,
quizá desde las honduras del corazón, consciente de la grave pérdida que había
trastocado su vida más cercana. Me hizo gracia, sinceramente. Al pasar delante
de uno de los bares con pantalla gigante, por supuesto cerrado, me acordé de
las tardes o noches de fútbol con los amigos, tomando unas cañas y hablando de
nuestras cosas de tíos sin hacer demasiado caso al desarrollo del juego, si se
ponía pesado. Sufrí cierta nostalgia.
Entre mis hábitos pasados se
encontraba leer el Marca por las mañanas después de haber contestado los
correos y haber revisado el BOE. Llevo dos meses sin hacerlo. No tengo tele de
pago, con lo que no podía disfrutar antes del fútbol o del baloncesto, que
seguía con interés especialmente los días de partidos emocionantes, poniendo la
radio o por las aplicaciones de los periódicos (minuto y resultado). Pero, soy
esencialmente de deportes con amigos y familia, y eso se ha perdido.
No me preocupa si le darán la
liga al Barcelona por ocupar la primera plaza antes del parón (esperemos que
no), o qué van a hacer con la Euroliga. Me hubiera gustado que reanudaran la Champions
para que este año, sí, sin el Madrid, la ganara el Atleti. No me he atiborrado
de partidos antiguos en Teledeporte porque me gusta la emoción de no saber el
resultado. Y me he dado cuenta de la cantidad de tiempo que cubre, o que cubría,
el deporte en mi día a día. Sin ser un forofo.
Echo de menos esa camaradería
que imperaba en nuestro grupo de amigos, que teníamos como excusa el fútbol
para reunirnos, futboleros y no futboleros. El ambiente de los partidos en el
estadio, la pasión cuando por fin se decidían a jugar bien, los abrazos con los
goles, la ilusión cuando empezaban las remontadas. O asistir a los partidos en
el estadio en compañía de mi cuñado y de mis sobrinos. O las tertulias informales
criticando la eficacia del VAR. Y eso parece que tardará en volver.
He visto las imágenes del
Borussia Dormunt contra el Schalke de la reanudación de la liga alemana y no me
han dicho nada: sin público, sin celebraciones, sin el ambiente especial. Esta
temporada nos la han chafado y nos han sumido un poco más en el aburrimiento.
No sé qué sentiré cuando
regresen. Según el formato.
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