Are you gonna try to make
this work
Or spend your days down
in the dirt
You see things can change
Yes and walls can come
tumbling down.
De la canción Walls come tumbling down,
de Paul Weller (Style Council).
El término en boca de todos es
desescalada. Así que me he aplicado el cuento y lo he ejecutado sobre mi dieta
desacelerando la ingesta de comida, algo difícil teniendo cuenta que en el
congelador he almacenado judías con perdices, lentejas con chichas, albóndigas
en salsa, dos solomillos de cerdo, salmón, salmonetes, dos caballas y dios sabe
cuántas cosas más. De la merluza di buena cuenta cocinándola en salsa verde.
Esta vez conseguí un punto de sabrosura escandalosamente delicioso. Ante la
posibilidad de salir a pasear hay que cuidar el tipo. Y que el colesterol no
suba.
La publicación de las diversas
fases, sin fechas concretas y con la promesa de la asimetría territorial,
augura un Tetris propio de misterios
por resolver. Las diversas explicaciones que han enviado son tan crípticas que
me han producido un sudor frío tremendo. Me imagino a los cuerpos de seguridad
del estado explicando al ciudadano cómo tiene que cumplir y me imagino a
Almodóvar al quite para captar la escena para su próxima película.
Todo esto confirma que seguimos
sin disponer de estadísticas fiables que permitan extrapolar datos útiles y
extraer consecuencias inteligentes. Desconocemos aún con precisión cómo actúa este
bichito cabrón, con lo cual los palos de ciego a nivel mundial son la tónica.
Todos los países miran de reojo al vecino por si alguien expone una medida
eficaz que no destroce la economía. Complicado.
Here
comes the sun, decía la canción de George Harrison. Y con el
sol y el buen tiempo, amén de las largas semanas en confinamiento, la gente se
pone nerviosa, quiere saber si podrá ir a la playa o a algún lugar bonito y en
qué condiciones, cuáles serán sus dinámicas. Porque para estar metido en un
hotel o apartamento con todas las limitaciones del mundo y alguna más, mejor disfrutar
de los veranos de la Villa, caseros, virtuales. Incertidumbres. Lo de salir al
extranjero está más crudo que nunca.
El peor verano de nuestras
vidas, vaticinaba un buen amigo. Si gozamos de salud, ya habremos ganado mucho.
Desescalemos con paciencia y disfrutemos de las primeras dosis de libertad.
0 comments:
Publicar un comentario