El Parque Nacional Snaefellsjökull fue creado en 2001 para proteger la parte más occidental de la península, dominada por un volcán de 1446 metros que estaba coronado por el glaciar del mismo nombre. Para las gentes locales estaba dotado de poderes que iban más allá de lo racional e imaginable. El grupo Nueva Era aseveraba que era uno de los grandes centros de energía del mundo. No les faltaba razón porque el lugar transmitía algo especial que carecía de justificación.
Era una presencia poderosa que dominaba el paisaje. Cuando nos dirigimos al sur continuó apareciendo en el horizonte despejado de la niebla, un referente. Era una de las localizaciones principales de la Saga de Laxdaela y había inspirado a grandes escritores nacionales, como el premio Nobel Haldór Laxness, o extranjeros, como Julio Verne. En Viaje al centro de la tierra los protagonistas, un arqueólogo alemán y su sobrino, seguían las indicaciones de un texto del siglo XVI que decía: “desciende al cráter del Yokul de Snaeffels, que la sombra del Scartis acaricia, antes de las calendas de julio, audaz viajero y llegarás al centro de la tierra”. El pico no fue coronado hasta 1754 por Eggert Ólafsson y Bjarni Pálsson. En la actualidad era posible el ascenso con la ayuda de guías locales, pericia y prudencia.
Quizá la cueva a la que se refería Julio Verne (aunque podía ser cualquier otra de la zona) fuera Vatnsshellir, que era visitable y de la que conservo unas fotos realizadas por mis amigos Amparo y Alfred. Se había formado ese tubo de lava hace unos 1000 años a consecuencia de una erupción. Los horarios no se adaptaban bien a nuestro itinerario y continuamos sin visitarla.
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