Me había encontrado con los tres
hermanos Frashëri en múltiples ocasiones, la primera en el Museo Histórico Nacional.
Allí estaban nuevamente en la avenida. También en el gran jardín, a donde acudí
poco después. Ninguno pudo ver cumplido su deseo de una Albania independiente,
a la que contribuyeron como activistas y como intelectuales. No sólo fueron
ideólogos: propusieron reformas que iban desde la educación, la economía o la
organización territorial.
Abdyl (1839-1893), el mayor, fue
el iniciador y líder de la Liga de Prizren y fundó el Comité Central para la Defensa
de los Derechos de los Albaneses.
Sami (1850-1904) fue el creador
del manifiesto Albania, lo que era, lo que es y lo que será, publicado
en 1899 en Bucarest. En 1897 el Imperio Otomano había reaccionado bruscamente
contra los movimientos nacionalistas en los Balcanes. El manifiesto se
implicaba en aspectos tan importantes y prácticos como la estructura de
gobierno o las fronteras.
Pasó la mayor parte de su vida
en Estambul, en donde aún permanece enterrado, y fue el creador de la primera Enciclopedia
Turca y de varios diccionarios por lo que es considerado también una gran
figura cultural turca. Fue el primer autor de libros de texto para los niños
albaneses.
Naim (1846-1900) fue un gran
poeta romántico, lo que no le impidió implicarse en el movimiento que
conduciría a la independencia. Desde su poesía promovió el renacimiento albanés.
Es curioso que sus primeros poemas los escribiera en persa. Publicó también en
griego, turco y albanés. Fue el autor de un poema épico dedicado al gran héroe:
Historia de Skanderbeg. Hay una orden del mérito en Albania que lleva su
nombre.
Los tres fueron bektashis.
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