La primera parte de nuestro viaje había
concluido. Era el momento de tomar el avión y trasladarse a Benarés. O Varanasi,
como era más correcto.
Fue una grata sorpresa que nos recogiera Krishna para el transfer hasta el aeropuerto. Le habíamos tomado cariño y se lo demostramos con un fuerte abrazo de despedida. Nos había servido fielmente y ocuparía un lugar especial en nuestros recuerdos.
La facturación y el control de pasaportes fueron rápidos y nos plantamos en la zona de tiendas y salas de embarque con bastante tiempo.
El periódico informaba del año nuevo parsi, el Jamsnedi Navroz. Era el día en que se consideraba que el universo era recreado. Era día de rezos, de un almuerzo especial y de dar limosna.
Los parsis eran una comunidad pequeña (unos 70.000 en la India y unos 100.000 en todo el mundo) pero de gran influencia económica. Los Tata eran parsis. También lo era Zubin Mehta, el prestigioso director de orquesta, y el fallecido Freddy Mercury, para nuestra sorpresa.
Los parsis emigraron de Persia en el siglo VII a consecuencia de las persecuciones religiosas. Llegaron a Gujarat y fueron progresando económicamente. Actualmente, el grupo más importante se concentraba en Bombay.
Los zoroástricos, como también se les denomina, tienen
como divinidad a Ahura Mazda y como profeta a Zoroastro o Zaratustra. Su texto
sagrado es el Avesta. Los adoradores del fuego eterno tienen sus principales
centros de peregrinación en los templos de Atashbaram en Bombay y Gujarat. Su
templo más sagrado está a
No entierran a sus muertos ni los incineran, porque consideran que de esta forma se contamina la tierra o el aire. Dejan a los muertos en las torres del silencio para que sean devorados por los buitres. Este rito es puesto en entredicho por los sacerdotes más modernos. Para los ortodoxos es esencial, lo que ha provocado cierto enfrentamiento.
Quizá esta religión pasara desapercibida entre las muchas de la India si no fuera por el relieve económico y social de una de sus familias más ricas: los Tata.
El Grupo Tata está compuesto por 114 compañías dominadas por Tata Sons. Cuando te hospedas en un hotel de la cadena Taj estás entrando en su imperio. Seguro que montarás en alguno de sus vehículos, que llenan las carreteras del país. Mirar las cotizaciones del Sensex, el índice bursátil más importante de la India, es toparse con varias de sus compañías.
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