Si tuviera que elegir un sólo lugar de Amalfi me vería en un serio aprieto. Porque este delicioso pueblo que da nombre a una costa que es Patrimonio de la Humanidad es una joya con varios atractivos.
Quizá el primero que se encuentre el visitante sea el Duomo, la catedral, con su fachada bicolor de estilo árabe-normando, el campanario coronado por mayólicas y un frontón dorado.
Para otros, será la espectacular cripta donde se conservan las reliquias de su patrón, San Andrés. Para mí, es el Claustro del Paraíso.
Es sencillo, como corresponde a un antiguo cementerio. La paz fluye, como en todo claustro que se precie, por su jardín. Paseando por él encontrarás unas pequeñas capillas, unos frescos que claman por su restauración, algunos detalles interesantes. Su esencia son los arcos blancos entrelazados de ambiente morisco. Y desde aquí podrás visitar la antigua basílica convertida en museo o la cripta.
No dejes de dar un paseo por las callejuelas de trazado medieval.
0 comments:
Publicar un comentario